Historia del RX en España
El rallycross en España (Parte I): Los inicios
El rallycross es una disciplina automovilística que goza de un gran seguimiento en los países del norte de Europa. Noruega, Suecia y Finlandia cuentan con las canteras de pilotos más importantes, y allí se encuentran los circuitos más famosos, con el permiso de Lydden Hill en Gran Bretaña, cuna de la especialidad. Sin embargo, en nuestro país ha costado mucho que consiguiera arraigar. Y todavía es pronto para decir que haya sido así. La llegada del Campeonato del Mundo de Rallycross a Barcelona supuso un impulso para la especialidad, pero es una isla en mitad de un inmenso océano.
El rallycross en España (Parte II): Sils
El circuito de Sils contaba con dos rectas de meta separadas, una de tierra para autocross y otra de asfalto para rallycross. En medio de ambas se ubicaba la torre de control de carrera y el edificio principal. Tras la primera curva, la recta de rallycross se unía al trazado original de tierra. Después, tres variantes más de asfalto fueron añadidas, para terminar con una última curva parabólica que daba acceso a las dos rectas. Por supuesto, la parrilla de salida se encontraba fuera del trazado principal, seña de identidad de estas especialidades, pero que suponía un avance con respecto al circuito de Les Planes.
El rallycross en España (Parte III): Una sequía de 25 años
Hasta la organización de la primera cita del Campeonato del Mundo de Rallycross en el Circuit de Barcelona – Catalunya en el año 2015, no hubo ninguna prueba más de carácter internacional de esta especialidad en España. Veinticinco años de sequía para un país en el que las carreras sobre tierra siempre han atraído a multitud de participantes. El norte de la península cuenta con una tradición sin parangón en lo que respecta a este tipo de competición, pero por alguna razón, el rallycross llegó, pero no cuajó. Ni siquiera cuando los X Games aterrizaron en Barcelona en 2013.